Amigos y amigas:
Acabo de regresar de la misa que he compartido con Monseñor Gonzalo, en la parroquia del Carmelo y es una experiencia tan profunda que creo que es necesario difundir el regalo tan grande que Dios me ha dado de conocer a este hombre de Dios y a muchos y muchas otras que, desde Sucumbíos, se convierten en regalos de lucha, perseverancia, fe y amor grande a su tierra, a su gente y a este Dios que se manifiesta desde los sencillos.
Hoy he conocido a Santos, un hombre y sacerdote, que desde el primer instante que lo vi supe que hace honor a su nombre. Había escuchado mucho sobre las Comunidades para la Iglesia y para el mundo y solo hasta ahora pude entender la profundidad de esta experiencia de vida. Pensar que en un lugar tan cercano a donde vivo puedan existir sacerdotes, religiosos/as, laicos/as que caminen por la selva o en el mejor de los casos encuentren un vehículo que les lleve a comunidades a donde nadie con "sentido común" iría por la lejanía, me parece una locura. Y mi sorpresa fue mayor cuando, por petición de Monseñor, Santos me contaba que a su cargo tenía 29 comunidades para acompañar... me quedé sin palabras.
Me pregunto: qué motiva a estos hombres y mujeres a hacer esto por casi 30 años (o más) y al mismo tiempo hacerlo no como una gran labor, sino como algo normal en la vida? Bueno, la respuesta vino de estos dos hombres que tenía al frente... "Dios un día me hizo entender que esto es lo que tenía que hacer"...
Se enteraron que hoy día murió Samuel Ruiz o como le llamaban en Chiapas "Don Samuel" (el obispo que mediaba entre el Comandante Marcos y el Gobierno)? Hoy la misa celebrada fue por él... recordando no la muerte, sino celebrando la luz de este hombre, que en palabras de Monseñor Gonzalo cada vez que le querían quitar del obispado, sus sucesores (también muy bien escogidos por la Jerarquía de la Iglesia) terminaban convirtiéndose y continuaban la labor empezada.
Me dio tanta ternura cuando Monseñor Gonzalo terminó esta historia con la frase " ...solo que a él no le mandaron una carta en la que le decían que se fuera en 4 días y es más que se fuera del país, como a mí" y me dio ternura, en lugar de indignación, porque en el rostro de Monseñor había una sonrisa...
Me acordé de la frase del evangelio "Felices los perseguidos por causa mía..... " y me dio alegría y orgullo estar frente a este hombre, que como preparación para la eucaristía pone una silla por cada grupo de ISAMIS y nos dice: "esta es por los sacerdotes diocesanos, esta por las comunidades, esta por los religiosos y religiosas, estas por....", y termina con la silla que está junto a él diciendo: "y esta es la silla en la que se encuentran presentes también los Heraldos y los señores obispos"... si esto no es la presencia de Dios vivo en la Iglesia, entonces no sé lo que es....
Hoy pedimos y agradecimos por las personas de Sucumbios y también por las de todos los lugares del Ecuador y del mundo, que hoy nos unimos para fortalecer la solidaridad con los que hoy están sufriendo y sobretodo para agradecer la presencia de estos hombres y de estas mujeres que sobresalen por su valentía, decisión y entrega.... gracias por Monseñor Gonzalo y por Santos....
Contestando a mi pregunta inicial: creo que lo que motiva a estos hombres y a estas mujeres es solamente el amor... un amor profundo y desinteresado, un amor que nace en la cotidianidad y que se fortalece en el encuentro con aquellos a los que nadie ve....
Como diría Moseñor Gonzalo: "el mundo necesita de corazones valientes" y hoy, y dentro de mi propia reflexión, pienso que el tener un corazón valiente requiere no solo de una solidaridad con aquellos que son víctimas de la injusticia, sino también tener amor por aquellos que las propician y pedir que sea DIos quien actúe en ellos.
María de los Angeles Vaca
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