Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

martes, enero 11, 2011

Las 2 piedrecitas


Había dos piedrecitas que vivían en medio de otras, en el lecho de
un torrente. Se distinguían entre todas porque eran de un intenso
color azul. Cuando les llegaba el sol, brillaban como dos pedacitos
de cielo caídos al agua. Ellas conversaban en lo que serían cuando
alguien las descubriera: "Acabaremos en la corona de una reina" se
decían.

Un día por fin, fueron recogidas por una mano humana. Varios días
estuvieron sofocándose en diversas cajas, hasta que alguien las tomó
y oprimió contra una pared, igual que a otras, introduciéndolas en
un lecho de cemento pegajoso. Lloraron, suplicaron, insultaron,
amenazaron, pero dos golpes de martillo las hundieron todavía más en
aquel cemento. A partir de entonces, sólo pensaban en huir.

Hicieron amistad con un hilo de agua que de vez en cuando corría por
encima de ellas y le decían:
- Fíltrate por debajo de nosotras y arráncanos de esta maldita
pared.

Así lo hizo el hilo de agua, y al cabo de unos meses las piedrecitas
ya bailaban un poco en su lecho. Finalmente en una noche húmeda,
las dos piedrecitas cayeron al suelo y yaciendo en la tierra echaron
una mirada a lo que había sido su prisión. La luz de la luna
iluminaba un espléndido mosaico. Miles de piedrecitas de oro y de
colores formaban una figura Divina. Pero en el rostro de aquel
Señor había algo raro, estaba ciego; sus ojos carecían de pupilas.
Las dos piedrecitas comprendieron. Ellas eran las pupilas de Dios.

Al amanecer, el guardián distraído tropezó con algo extraño en el
suelo; en la penumbra, pasó la escoba y las echó al cubo de basura.

Dios tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros, y a veces
no lo entendemos. Y por hacer nuestra propia obra, malogramos lo
que Él había trazado para nosotros. Nosotros somos "las niñas de
los ojos" de Dios. Él nos necesita para que, a nombre suyo,
nosotros podamos llevar el amor al mundo.

"Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero
escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a Él, también ustedes
son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa
espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de
Jesucristo. Así dice la Escritura:
-Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y
el que confíe en ella no será jamás defraudado.-

Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los

incrédulos,
-la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la
piedra angular-.

Y también:

-una piedra de tropiezo y una roca que hace caer.-

Tropiezan al desobedecer la palabra, para lo cual estaban

destinados. Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las
obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz
admirable" 1 Pedro 2:4-9.

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