Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

viernes, enero 21, 2011

Gotitas de amor


Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba
llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria. Una
pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó
sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y
volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez; y los sabios que la
observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron:
- Oye, ¿por qué estás haciendo eso? Cómo es posible? Cómo crees
que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales
dimensiones? Date cuenta: No lo vas a lograr.

El ave humildemente contestó:
- ¡El bosque me ha dado tanto, le amo tanto, yo nací en él! Este
bosque me ha enseñado lo importante que es la naturaleza, este
bosque me ha dado todo, este bosque es mi origen... ¡es mi hogar! y
voy a morir lanzando gotitas de agua, aunque no lo pueda apagar.

Los sabios entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a
apagar el incendio; ella no estaba derramando solamente gotas de
agua... ella estaba derramando ¡gotas de amor!

"No subestimes una gota: millones de ellas forman un océano".
Cada gotita de agua apacigua un incendio.
Cada acción que con amor y entusiasmo emprendamos, se verá reflejado
en un mejor mañana.
Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado.

"Porque tanto amó Dios al mundo, que dia a su Hijo unigénito, para
que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida
eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para salvarlo por medio de Él. El que cree en Él no es
condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído
en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Ésta es la causa de la
condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió
las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos" Juan 3:16-
19.

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