Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

jueves, marzo 31, 2011

Y Dios lloró


Se sonrió por entre la barba y dijo:
- Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo. ¿qué
pregunta quieres hacerme?
- Ninguna nueva ni difícil, para ti: ¿qué comentario te merece
el hombre a quien creaste a tu imagen y semejanza?

Un poco entristecido, Dios me respondió:

Que se aburre de ser niño por la prisa de crecer,
y luego suspira por volver a ser niño.
Que primero pierde la salud para tener dinero
y enseguida pierde el dinero para recuperar la salud.
Que se pasa toda la vida acumulando bienes
que jamás disfrutará y sus hijos derrocharán.
Que por pensar ansiosamente en el futuro,
descuida su hora actual, y ni vive el presente ni el futuro.
Que se pasa toda la vida tratando de ser feliz
y se olvida que la felicidad no es otra cosa que
la capacidad de disfrutar lo que se tiene.
Que se priva de disfrutar de sus hijos por el afán de progresar y,
cuando ya lo logra, descubre que perdió irremediablemente a sus
hijos.
Que se pasa toda la vida acumulando conocimientos y títulos,
olvidándose que lo único importante es el amor.
Que se pasa la vida buscando triunfos externos
cuando ha fracasado en el hogar.
Que se pasa la vida buscando la aprobación de los demás,
cuando ni siquiera él mismo se aprueba.
Que se pasa la vida buscando el golpe de suerte
ignorando que ésta es producto de sus decisiones.
Que se pasa la vida cambiando a los amigos,
sin comprender que son los amigos los que cambian.
Que se pasa la vida acumulando el dinero que compra todo,
menos la felicidad.
Que se pasa la vida acumulando rencores contra sus ofensores
y lo único que obtiene es perjudicarse a sí mismo.
Que vive como si no fuera a morirse y, 
sin embargo, se muere como si no hubiera vivido.
Que creé al hombre para que sea feliz,
 pero él escogió la infelicidad.

Por primera vez vi a Dios llorar...

"Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos
de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario
al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los
dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no puedan hacer lo que
quieran. Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la ley. Las
obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad
sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio,
discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones,
sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas
parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. En cambio, el
fruto del Espíritu es amor, alegría, paza, paciencia, amabilidad,
bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que
condene estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la
naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu
nos da vida, andemos guiados por el Espíritu. No dejemos que la
vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros" Gálatas
5: 16-26.

miércoles, marzo 30, 2011

El no lo recuerda


Había un hombre maduro llamado Juan. Un día me dijo que cargaba
consigo y mantenía en secreto una pesada carga, por un error que
había cometido cuando tenía 21 años. A nadie nunca se lo había
compartido, pero sus amigos más cercanos sabían que él se había
arrepentido. Aún así, él llevaba el gran peso de la falta de perdón
a sí mismo.

Su carga era pesada y vivía su falta, aunque en muchas ocasiones se
había confesado y leido las enseñanzas bíblicas sobre el perdón, el
arrepentimiento y la libertad que eso nos trae. Él lo sabía, pero
esa verdad no le era suficiente.

Una mujer anciana que él conocía, compartía en su iglesia sobre
algunas visiones donde Dios le hablaba directamente a ella. Algunos
escépticos de sus declaraciones, entre ellos Juan, le pidió lo
siguiente:

- La próxima vez que usted le hable a Dios, podría preguntarle,
¿cuál fue el error que yo cometí hace años?
- La anciana le dijo que con gusto lo haría.

Pasados los días la anciana se encontró con Juan y éste le preguntó:
- ¿La visitó Dios estos días pasados?
- Ella le dijo que sí.
- ¿Y usted le preguntó qué error había cometido yo?
- Sí, le dijo ella.
- ¿Y qué le contestó Dios?
Ella le respondió:
- Me dijo que no lo recordaba.

martes, marzo 29, 2011

Vuela muy alto


Después de la 2da. Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un
frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo.

Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados
aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detrás de
su asiento y se dio cuenta que había una rata a bordo y que, si roía
la cobertura de lona, podía destruír su frágil avión.

Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e
inesperado pasajero. De repente
recordó que las ratas no resisten las grandes alturas. Volando cada
vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su
viaje.

Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o maledicencia. ..
¡VUELA MÁS ALTO!.
Si te critican... ¡VUELA MÁS ALTO!.
Si te hacen alguna injusticia.. . ¡VUELA AUN MÁS ALTO!

ACUERDATE SIEMPRE QUE LAS RATAS NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS.

Deseo que hoy y siempre tengas el coraje de levantar vuelo y volar
siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y los pies bien
fijos en el suelo.

Deseo también que cuando estés volando sepas mirar para abajo y ver
que existen criaturas mucho más pequeñas que tú y cuán grande e
importante eres delante de ellas; y que en esa misma proporción,
también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te
cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez frente al universo y al
Creador.

viernes, marzo 25, 2011

Más allá del dinero


Cuenta la historia que una familia pobre que tenía la facultad de
tomar todas las cosas por su mejor lado, y una mujer rica se
interesó por ayudarlos. Pero un día, la visitó un vecino de la
familia pobre y le dijo que la estaban embaucando: Los niños de
aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo
puedo permitirme - dijo el vecino.

La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía. Estaba parada
junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las
niñitas le preguntaba a otra:
- ¿Te vas a servir asado hoy?
- No, creo que comeré pollo asado -respondió la otra niña-.

Al oír esto, la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente. Vio
a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas
rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada
más. A sus preguntas, contestaron que se hacían de cuenta que su
pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la
comida les fuera un verdadero festín: Usted no sabe lo delicioso
que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas. Pero es mucho
más rico si lo llamas helado de crema - dijo la otra niña.

La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa
el contentamiento. Descubrió que la felicidad no está en las cosas,
sino en los pensamientos. Acababa de aprender lo que Salomón había
dicho tanto tiempo antes, que "El ánimo del hombre lo sostiene en su
enfermedad; pero perdido el ánimo, ¿quién lo levantará?"

No pidamos que cambie nuestra suerte, pidamos ser transformados
nosotros, y nuestros pensamientos. Entonces, veremos que hay
bendiciones que nos aguardan en la suerte que nos ha correspondido.

miércoles, marzo 23, 2011

El perdon


El tema del día era el resentimiento y el maestro nos había pedido
que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase,
elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento,
escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa.
Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con
nosotros a todos lados esa bolsa con papas. Naturalmente la
condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo, y el
fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento, me mostró claramente
el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi
atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas
que eran más importantes para mí.

Este ejercicio fue una gran lección sobre el precio que pagaba a
diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y
no podía cambiarse. Me di cuenta que cuando hacía importantes los
temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de
resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se
dispersaba. Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma,
alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que
tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina
envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para
el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros
mismos.

El perdón es una expresión de amor que nos libera de ataduras que
nos amargan el alma y enferman el cuerpo. El perdón se basa en la
aceptación de lo que pasó. No significa que estés de acuerdo con lo
que pasó, ni que lo apruebes. No significa dejar de darle
importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te
lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos
negativos que nos causaron dolor o enojo.

Si guardamos odio, rencor, o resentimiento por ofensas que hemos
recibido, estamos perpetuando nuestro malestar y consumiéndonos,
dejando de disfrutar el momento. Cada vez que recordamos cualquier
episodio que nos causa dolor, dejamos de vivir el aquí y el ahora.
Dejamos de avanzar en nuestro desarrollo personal y peor aún, nos
estancamos en nuestro crecimiento espiritual.

La falta de perdón puede disfrazarse con diferentes máscaras. Las
personas a veces dicen con un tono de enojo que ya han perdonado
ofensas pasadas, pero su amargura evidente las delata. La falta de
perdón se puede alojar en tu corazón, y estar allí, escondida. Las
siguientes preguntas te ayudarán a examinar tu corazón para ver si
necesitas perdonar a alguien:

¿Esperas secretamente que alguien reciba lo que se merece?
¿Todavía sigues hablando negativamente de esa persona a los demás?
¿Te complaces con fantasías de venganza, incluso leves?
¿Gastas tiempo pensando en lo que alguien te hizo?
¿Cómo te sientes cuando le sucede algo bueno a esa persona?
¿Has dejado de culpar a esa persona por la forma como afectó tu vida?
¿Te resulta difícil ser abierto y confiado con las personas?
¿Te enojas, te deprimes o te vuelves hostil con frecuencia?
¿Encuentras difícil o imposible dar gracias a Dios por quién te ha
ofendido?

Siendo sinceros de corazón, podemos ejercitarnos en algunos pasos
para lograr liberarnos de la carga que significa el rencor y liberar
a la otra persona también.

Considera las circunstancias que pudo haber vivido la persona que te
ofendió, para llegar a ser como es, o qué situación estaría viviendo
para haber hecho lo que hizo, aún intencionalmente.
Considera qué parte jugaste, o qué pudiste haber hecho para
propiciar el incidente.
Deja atrás el papel de víctima y continua con tu vida.
Recuerda las cosas positivas y buenas que te unieron a esa persona,
los ratos buenos y bellos que pasaste con ella, los momentos de
amor, apoyo, consejo y comprensión mutuos.
Visualiza a la persona que te lastimó recibiendo bellos regalos,
muestras de amor y de perdón, logrando sus anhelos, y triunfando.
Pide al Señor que bendiga a esa persona, para que ella vea la falta
cometida y se arrepienta.
Libera a la persona con tu perdón. Así vas a liberarte a ti mismo
por vivir en el presente, en el aquí y el ahora.

"Si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí; hasta
cierto punto -y lo digo para no exagerar- se la ha causado a todos
ustedes. Para él es suficiente el castigo que le impuso la
mayoría. Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea
consumido por la excesiva tristeza. Por eso les ruego que reafirmen
su amor hacia él. Con este propósito les escribí: para ver si
pasan la prueba de la completa obediencia. A quien ustedes
perdonen, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que
perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia
de Cristo, para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no
ignoramos sus artimañas" 2 Corintios 2: 5-11.

lunes, marzo 21, 2011

Mensaje de una Madre


Algún día, cuando mis hijos sean suficientemente grandes para
entender la lógica que motiva a las madres, les diré:

Te amé lo suficiente como para preguntarte a dónde ibas, con quién,
y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorraras dinero
para comprarte una bicicleta aunque nosotros tus padres pudiéramos
comprarte una.

Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu
nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar encima de ti,
durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me
hubiese tomado a mí, solamente 15 minutos.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, desilusión y
lágrimas en mis ojos. Los hijos también deben entender que no somos
perfectas.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la
responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros
que rompían mi corazón.

Pero, sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que "NO"
cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta
por haberlas ganado porque, al final, también las ganaste tú.

Y algún día, cuando tus hijos sean suficientemente grandes para
entender la lógica que motiva a los padres, tú les dirás: "Te amé lo
suficiente, como para hacer todo lo que hice por tí".

"A las ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no
calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno y
aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser
sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus
esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios" Tito 2:3-5.

sábado, marzo 19, 2011

Fortaleza


Para tener fortaleza hay que practicarla todos los días,
aplica para ello esfuerzo, lucha y trabajo:

Niégate a lo fácil.
Exígete perfección.
No te dejes vencer por el desánimo.
Esfuérzate en comprender el valor positivo de las modificaciones.
Cuida las pequeñas cosas, los detalles.
Afronta con serenidad los acontecimientos.
Acepta con paz y alegría las contrariedades de la jornada.
Siente la responsabilidad de ser eslabón de una misma cadena.
No dejes que te domine la pereza.
Responde noblemente a tus propias acciones.
Pero sobretodo, ¡sé valiente para defender tu fe!

"Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la
tierra que les prometí a sus antepasados. Sólo te pido que tengas
mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés
te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito
dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita
en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está
escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado:
¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el
Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas" Josué 1:6-9.

viernes, marzo 18, 2011

Más que un anillo de compromiso


Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le
mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le
presentó uno. La hermosa piedra solitaria brillaba como un diminuto
sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo y con una
sonrisa lo aprobó, luego pidió el precio y se disponía a pagarlo
cuando...

Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero.

No! - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia.
La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.

Es para mi mamá - dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo
sola; alguien le consejo que me matara antes de que naciera, así se
evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y
tuvo muchos problemas... muchos!. Fue padre y madre para mí, fue
amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy.

Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo
uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí,
ahora yo haré todo por ella. Quizás después entregue otro anillo de
compromiso. Pero será el segundo.

El joyero no dijo nada, solamente ordenó a su cajera que hiciera al
muchacho el descuento que se hacía nada más a los clientes
importantes.

Que nuestro Señor Jesucristo bendiga abundantemente a cada una de
las madres que viven una vida llena de amor, entrega y sacrificio
por su familia y su hogar, muchas veces llenas de problemas
y que son incomprendidas y desprecida por lagente que más
aman.

"Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las
enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema;
adornarán tu cuello como un collar" Proverbios 1:8-9.

jueves, marzo 17, 2011

El burro en el pozo


Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo que se
encontraba seco; el animal lloró fuertemente por horas, mientras la
campesina trataba de averiguar qué hacer.
Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el
pozo estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas y que
realmente no valía la pena sacar el burro, entonces invitó a todos
sus vecinos para que vinieran a ayudarla.
 
Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró
desconsoladamente, luego para la sorpresa de todos, se tranquilizó.
 
Después de unas cuantas paladas de tierra la campesina finalmente
miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio; con cada
palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble..., se
sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba; mientras los vecinos
seguían echando tierra encima del animal, él se sacudía y daba un
paso hacia arriba.
 
Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la
boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...

La vida va a tirarte tierra, de todos los tipos que puedan existir...
El truco para salir del pozo es sacudirse y dar un paso hacia arriba.
Piensa que cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba.
Nosotros podemos salir de los más profundos huecos si así lo
queremos.
 
Recuerda siempre: "Sacudirse y dar un paso hacia arriba..."

miércoles, marzo 16, 2011

¿Porqué se gritan las personas?


Un día un maestro preguntó a sus alumnos lo siguiente:
¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?

Los alumnos pensaron unos momentos:
-Porque perdemos la calma -dijo uno-, por eso gritamos.

-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?
preguntó el maestro; ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué
gritas a una persona cuando estás enojado?.

Los alumnos dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas
satisfacía a su maestro. Finalmente él explicó:
-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho.
Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.
Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para
escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego preguntó:
-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan
sino que se hablan suavemente... ¿Por qué?
Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es
muy pequeña.

Y así continuó:
-Cuando se enamoran aún más ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y
se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera
susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es ¡cuán cerca están dos
personas cuando se aman!

Para terminar les dijo:
-Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan
palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia
sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

"Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún
enojados, ni den cabida al diablo" Efesios 4:26-27.
"Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno
examínense el corazón" Salmos 4:4.

lunes, marzo 14, 2011

¿estas aburrido (a)?


¿Estás aburrido(a)? ¿Quieres que un flujo de adrenalina te golpee
las células del cerebro y te haga sentir que vives? Si es así, tal
vez quieras probar uno de los deportes extremos que son la locura de
hoy. (En realidad no te estoy recomendando estos deportes, así que
no me culpes si terminas con un montón de huesos rotos): tirarte en
paracaídas desde un puente, un precipicio o una torre de radio;
trepar por paredes de hielo con zapapicos; escalar un precipicio o
saltar de él en un cometa delta; tirarte de un avión y planear en el
cielo; bajar por una empinada cuesta a
130 km/h acostado de espaldas en un monopatín superpotente.

Tengo que admitir que no practico los deportes extremos, aunque he
experimentado la emoción de saltar desde el saliente de una roca a
un frío lago canadiense, de tratar de no caerme mientras practico el
esquí acuático, y de llevar a mi agotado cuerpo al borde del colapso
en un maratón de 25K. Sin embargo, todo eso suena bastante soso
para lo que se practica en la actualidad.

¿Por qué a la gente le gusta experimentar un poco de riesgo de vez
en cuando, incluso si no es en un deporte extremo?
El filósofo William James escribió: "Sólo vivimos cuando nos
arriesgamos constantemente"

Jesús pareció decir que en realidad no vivimos a menos que
arriesguemos nuestras vidas... ¡por Él! Sus palabras fueron: "Si
alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
y sígame, porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 16:24
y25).

En Hebreos 11 leemos acerca de muchas personas que se fueron a
extremos, e incluso murieron, en su devoción por el Señor. Hallaron
una vida plena (Juan 10:10) en una vida de fe, en lo que es vivir
arriesgándolo todo, pero sabiendo que Cristo compensa abundantemente
cualquier sacrificio que hagamos.

Si no estás arriesgando nada por Cristo, en realidad... ¡no estás
viviendo!

"Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de
lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por
la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios,
de modo que lo visible no provino de lo quese ve... Aunque todos
obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos
vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no
llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo
mejor" Hebreos 11:1-40

jueves, marzo 10, 2011

El silencio de Dios II


"Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el
lugar donde estaba". Juan 11:6

El episodio de la enfermedad, muerte y posterior resurrección de
Lázaro, tiene para nosotros hoy una rica enseñanza, muy útil para
enfrentar nuestros tiempos de imposibilidades. Lázaro estaba enfermo
y sus hermanas, Marta y María, fueron a rogarle al Señor
que viniese a sanar a su hermano. Lo extraño del relato es que
Jesús, deliberadamente, se quedó más tiempo demorado en el lugar
antes de ir a hacer el milagro.

Quizás usted, al igual que Marta y María, está enfrentando en este
momento "tiempos" donde sus metas, anhelos, relaciones,
expectativas, familia, economía y salud están enfermas, es decir,
usted está rodeado de problemas extremos y ha orado y pedido, y nada
parece suceder. ¿Acaso el Señor no ha oído el clamor? ¿Acaso El
Señor nos dejará solos en medio de nuestras "enfermedades"?
¡Por cierto que no!
Él ha escuchado nuestra oración desde el primer momento que le
hemos buscado. Lo que sucede es que Él quiere enseñarnos una
lección: Los silencios de Dios no significan necesariamente una
negación.

Dios siempre trabaja en el silencio demorado, pues Él además de
solucionar nuestros problemas quiere hacer algo en nuestras vidas
durante el trayecto o proceso de espera silenciosa. Los silencios
de Dios sirven para probar nuestra fe y confianza en Él, sirven para
probar nuestra paciencia y si estamos dispuestos a esperar el tiempo
que sea con tal de recibir la bendición de Dios. Mientras nosotros
estamos pensando solamente en la solución, Dios está pensando en
bendecirnos doblemente: Supliendo nuestra necesidad e imprimiendo
dentro de nuestro ser el carácter de Cristo, el fruto del Espíritu
Santo.

Recuerda siempre que Dios está trabajando en tu vida y situación
incluso en los tiempos de un interminable silencio.

Por eso hoy Señor, te pido que me ayudes a entender tu sabio
obrar. Gracias porque ahora me doy cuenta que no sólo quieres
bendecir mis situaciones sino también mi vida interior. Amén.

"Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el
pueblo de María y Marta, sus hermanas. María era la misma que ungió
con perfume al Señor, y le secó los pies con sus cabellos. Las dos
hermanas mandaron a decirle a Jesús: -Señor, tu amigo querido está
enfermo-. Cuando Jeús oyó esto, dijo: -Esta enfermedad no
terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que
por ella el Hijo de Dios sea glorificado-. Jesús amaba a Marta, a
su hermana y a Lázaro. A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro
estaba enfermo, se quedó dos días más donde se encontraba. Después
dijo a sus discípulos: -Volvamos a Judea-. -Rabí- objetaron
ellos, -hace muy poco los judíos intentaron apedrearte, ¿y todavía
quieres volver allá?-. -¿Acaso el día no tiene doce horas?-
respondió Jesús. -El que anda de día no tropieza, porque tiene la
luz de este mundo. Pero el que anda de noche sí tropieza, porque no
tiene luz-. Dicho esto añadió: -Nuestro amigo Lázaro duerme, pero
voy a despertarlo-. -Señor- respondieron los discípulos, -si
duerme, es que va a recuperarse-. Jesús les hablaba de la muerte de
Lázaro, pero sus discípulos pensaron que se refería al sueño
natural. Por eso les dijo claramente: -Lázaro ha muerto, y por
causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean.
Pero vamos a verlo-." Juan 11:1-15.

miércoles, marzo 09, 2011

Una razón para vivir


Todos buscamos razones para vivir: la familia, los hijos, los amigos, la novia o el novio, la esposa o el esposo, el trabajo, el deporte... en fin, diferentes cosas que nos parecen importantes en el desarrollo de nuestros momentos de felicidad; pero, ¿será una razón correcta?. Te daré mi consejo: Nunca busques en aquellas una razón ya que todas aquellas cosas o personas algún día te decepcionaran; algún día esas cosas o personas se irán y volverás a quedar solo o sola... buscando más razones; tú eres una razón, eres ese ser con capacidades y actitudes diferentes a todos, tienes el don de Dios y su voluntad puesta ante el mundo para que puedas ser feliz y tener la verdadera razón de tu existencia... ser una criatura creada a imagen y semejanza de Dios, puesta aquí en la tierra para cumplir su voluntad y adorarle por todo lo que El ha hecho, y sigue haciendo cada día por ti.

Siempre piensa en Dios, Él te ama y te da un nuevo sol cada día junto a una nueva esperanza, cada amanecer no es igual a otro, cada noche no es igual a otra, las estrellas de este universo no cambian, pero tú sigues siendo el mismo(a). Créeme, Dios te ha dado su amor y su esperanza, su fe y su carácter dándose a conocer desde las cosas más pequeñas de su hechura con el fin de que cada hombre y mujer vea a través de esas pequeñas cosas su majestad y omnipotencia, su esperanza derramada y el optimismo en cada corazón.

Si necesitas una razón para vivir piensa... ¡tú eres la razón! y nada más será realmente importante si decides mirar a ese Dios que te hará conocer el camino que debes tomar y cómo lo debes tomar, no con liturgias y dogmas sino con esa sabiduría que aprenderás en la medida en que le conozcas por medio de la humildad, la oración, la fe y la lectura constante de su Palabra; pero no olvides, tu fuiste una razón para Dios antes de la fundación del mundo y el universo, ahora déjale y permítele que Él sea una razón para ti.

Él todavía sigue creyendo en ti, en tus capacidades, en tu talento, en cada cosa que te dio para disfrutar las razones de las que hablamos anteriormente. Espero que tengas una buena razón para vivir y nunca te canses, porque en el cielo hay un Dios y en la tierra tienes un amigo, que sigue creyendo en ti... soy tu amigo en las buenas y en las malas, ¡créeme!

Dios te bendiga y te guarde llenándote de la sabiduría que desciende de lo alto.

"Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado,
sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como
siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. Porque para mí el vivir
es Cristo y el morir es ganancia. Ahora bien, si seguir viviendo en
este mundo , representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué
escogeré? ¡No lo sé! Me siento presionado por dos posibilidades:
deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el
bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo.
Convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos
ustedes para contribuir a su jubiloso avance en la fe. Así, cuando
yo vuelva, su satisfacción en Cristo Jesús abundará por causa mía"
Filipenses 1:20-26.

martes, marzo 01, 2011

Camboya - Con un susurro en los labios (Tony el Suizo)

Battambang, 25.02.2011

Es hora de despedirme de Camboya. Hace pocos días hemos terminado el número 76 e ultimo puente en este país.

Como escribí en la carta de despedida al Primer Ministro Hun Sen, “no tengo planes de continuar construyendo puentes adicionales en el país, también porque puedo ver que su gobierno está poniendo en servicio muchos puentes vehiculares en muchos lugares y que nuestro tipo de puente colgante ya no es tan necesario.

[…] Gracias de todo corazón por habernos permitido ser útiles a la gente.”
Él tal vez no lo sepa, pero cuando hace 10 años me abrió la puerta a Camboya, ésta dio paso hacia otras cuatro naciones de la comunidad ASEAN: Vietnam, Laos, Myanmar e Indonesia.


Como siempre, es un poco triste decir adiós a un equipo con el cual hemos vivido tantos momentos impresionantes. Ahora cada uno de estos humildes soldadores y mecánicos empieza un nuevo capítulo en su vida. Claro que mantendremos el contacto, y aún después de varios años ellos estarán listos para responder al llamado de los campesinos camboyanos en caso de que sus puentes necesiten una reparación. 

Entre otras buenas razones es justamente por eso que prefiero entrenar a colegas locales y trabajar con ellos: ellos se quedan en su país, al igual que los puentes.

Mañana tomaré un bus hacia la frontera y saldré del Reino de Camboya. Además de mis dos bolsos al hombro, llevaré unos tesoros más conmigo: En mi corazón, amistades y recuerdos imborrables. En mi espíritu, gratitud por el sendero caminado. En mi cuerpo, huellas del precio a pagar. Pero un precio insignificante comparado con el servicio brindado a 200’000 campesinos no más en ese país. Y mientras estaré pasando por el puente fronterizo saliendo del Reino, mis labios susurrarán un gracias a todos quienes han contribuido para hacer realidad estos 76 puentes aquí.


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(Gracias Serafín)