Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

jueves, noviembre 25, 2010

Lo que hace falta pedir


Señor:
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
 
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
 
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar como yo.
 
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo,
y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo. Ni en la desesperación
si fracaso. Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.
 
Enséñame que perdonar es lo más importante del fuerte, y que la
venganza es la señal primitiva del débil.
 
Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de Ti, Tú no te olvides de mí.

"Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento,
dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,
piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán
estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista
muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus
antiguos pecados" 2 Pedro 1:5-9

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