Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

jueves, noviembre 18, 2010

La Muerte... estamos preparados?


Recuerdo a un joven no mayor de 18 años a quien vi por última vez,
el día que sepultaron a su abuela; él estaba ayudando a descender el
ataúd a la fosa. Estoy segura que él jamás imaginó que ocho días
después, su cuerpo inerte estaría bajo el mismo procedimiento.

Seguramente tú también tienes recuerdos de este tipo entre tus
conocidos y familiares. Estas personas que ya no están entre
nosotros, es muy probable que el mismo día que murieron a alguien le
dijeron: "nos vemos mañana" o "regreso en un rato". En ningún
momento imaginaron que iban a morir.

Con esto debemos entender que la muerte no respeta edad, raza,
religión, sexo, estado de salud, etc.. Es perfectamente claro que
el único requisito indispensable para morir, es estar vivo, así que
tanto tú como yo, estamos expuestos a morir en cualquier momento;
por tanto vale la pena hacernos esta pregunta: "¿estoy preparado
para morir?".

Los seres humanos regularmente preparamos el camino para quienes han
de nacer: se prepara la cuna, la ropa del bebé, se celebra a la
futura mamá, se le espera con mucha alegría e impaciencia, con
cuidado se le busca el nombre, y se tienen todo tipo de atenciones
para ese nuevo ser. Así que podemos decir que de alguna manera "nos
preparamos para un nacimiento", sin embargo, en su mayoría los seres
humanos no nos preparamos para morir.

La muerte es un proceso natural de todo ser vivo, se dice que de lo
único que podemos estar seguros los seres vivos cuando nacemos, es
que algún día tendremos que morir. No obstante esto, el sentimiento
de dolor y de tristeza en quienes continúan viviendo se hace
presente, ya que en gran medida, no han sido educados sobre este
tema, tienen incertidumbre en cuanto al destino de esos seres. En
este punto de la reflexión es fundamental comprender que el ser
humano es lo que no se ve.
El cuerpo es el estuche que Dios nos puso, el alma es la
manifestación carnal del cuerpo en sentimientos y emociones, y
espíritu es tu verdadero ser que proviene de Dios, por lo tanto, el
más importante porque ese es eterno, Él nos hizo así. Esa parte es
indestructible para vivir eternamente, de tal suerte que nuestro
paso por la tierra es efímero, es nada comparado con la eternidad.

Concluimos entonces que la muerte (física) es el regreso a casa de
tu verdadera existencia, y así como hay alegría cuando naces aquí en
la tierra, hay gozo en el paraíso cuando vuelves a tu origen.

El dolor que sientes por alguien que se va es almático (sentimiento
y emoción), es una manifestación de la carne que está en el cuerpo,
es cuestión de costumbre y no debes anidarlo por mucho tiempo, mas
bien gózate porque la muerte es el sello (la visa) para viajar a la
presencia de Dios, estado tan maravilloso que la constancia está en
que nadie regresa. Si no fuese tan bello, la gente haría maleta
para volver a la tierra.

"Pues si por la transgresión de un solo hombre (Adán) reinó la
muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el
don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre,
Jesucristo. Por tanto, así como una sola transgresión causó la
condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la
justificación que da vida a todos. Porque así como por la
desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores,
también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos
justos" Romanos 5:17-19

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