Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

miércoles, septiembre 29, 2010

A UN PADRE ESPECIAL

Un día, acudí a mi padre con uno de mis muchos problemas de aquel
entonces. Me contestó como Cristo a sus discípulos, con una parábola:

"Hijo(a), ya no eres más una simple y endeble rama; has crecido y te
has transformado, eres ahora un árbol en cuyo tronco un tierno
follaje empieza a florecer. Tienes que darle vida a esas ramas.
Tienes que ser fuerte, para que ni el agua, ni el día, ni los
vientos te embatan. Debes crecer como los de tu especie, hacia
arriba.

Algún día, vendrá alguien a arrancar parte de ti, parte de tu
follaje. Quizá sientes tu tronco desnudo, más piensa que esas podas
siempre serán benéficas, tal vez necesarias, para darte forma, para
fortalecer tu tronco y afirmar sus raíces. Jamás lamentes las
adversidades, sigue creciendo, y cuando te sientas más indefenso(a),
cuando sientas que el invierno ha sido crudo, recuerda que siempre
llegará una primavera que te hará florecer...

Trata de no ser como el roble que si cae no se puede volver a
levantar, tampoco como un bonsai que no puede crecer, sé pues como
el bambú que las fuerza le hacen caer pero él se vuelve a levantar."

Ahora quisiera tener a mi padre conmigo y darle las gracias por
haber nacido, por haber sido, por haber tenido, por haber triunfado,
y por haber fracasado.

Si acaso tuviera mi padre a mi lado, podría agradecerle su
preocupación por mi, podría agradecerle sus tiernas caricias, que no
por escasas, sinceras sentí.

Si acaso tuviera a mi padre conmigo, le daría las gracias por estar
aquí, le agradecería mis grandes tristezas, sus sabios regaños, sus
muchos consejos, y los grandes valores que sembró en mi.

Si acaso mi padre estuviera conmigo, podríamos charlar como antaño
fue, de cuando me hablaba de aquello del árbol, que debe ser fuerte
y saber resistir, prodigar sus frutos, ofrecer su sombra, cubrir sus
heridas, forjar sus firmezas... y siempre seguir. Seguir luchando,
seguir perdonando, seguir olvidando, y siempre... seguir.

Si acaso tuviera a mi padre a mi lado, le daría las gracias...
porque de él nací.

No hay comentarios.: