Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

martes, octubre 05, 2010

El mejor uso de la vida es amar


El amor debe ser tu prioridad, tu objetivo y tu mayor ambición. El
amor no es una buena parte de tu vida; es la parte más importante.
La Palabra de Dios declara: "¡Que el amor sea para ustedes la más
alta meta!" 1 Corintios 14:1. No basta con decir: "Una de las
cosas que quiero en esta vida es amar", como si el amor fuera uno de
los diez objetivos principales que tenemos. Las relaciones tienen
prioridad sobre todo lo demás. ¿Por qué?

1. LA VIDA SIN AMOR NO TIENE SENTIDO. Pablo dice: "No importa lo
que diga, lo que crea o lo que haga, sin amor estoy en quiebra" 1
Corintios 13:3.

En ocasiones nos conducimos como si las relaciones fueran algo que
conseguimos introducir en nuestros planes. Hablamos de hallar
tiempo para nuestros hijos o de hacer tiempo para las personas en
nuestra vida. Damos la impresión de que las relaciones son apenas
una parte de nuestra vida, junto con tantas otras ocupaciones. Pero
Dios dice que lo esencial de la vida consiste en nuestras relaciones
con los demás.

Cuatro de los Diez Mandamientos se refieren a nuestra relación con
Dios, mientras que los seis restantes tratan de nuestra relación con
las personas. Pero ¡los diez tienen que ver con relaciones!
Posteriormente, Jesús resumió lo que más le importa a Dios en dos
afirmaciones: amar a Dios y amar a los demás. Dijo: "Ama al Señor
tu Dios con todo tu corazón... Éste es el primero y el más
importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: Ama a
tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda
la ley y los profetas" Mateo 22:37-40. Después de aprender a amar a
Dios, que es la adoración, aprender a amar a los demás debería ser
el segundo propósito de la vida.

Lo que más importa en mi existencia son las relaciones y no los
logros o la adquisición de bienes. Entonces, ¿por qué le prestamos
tan poca atención a las relaciones? Cuando estamos muy ocupados,
afectamos el tiempo que dedicamos a las relaciones, quitándoles la
energía y atención necesarias. Lo urgente desplaza lo más
importante para Dios. La ocupación en múltiples actividades compite
con las relaciones. Nos preocupamos en ganarnos la vida, en
realizar nuestro trabajo, en pagar las cuentas y en lograr metas,
como si vivir consistiera en cumplir estas tareas. No es así. El
sentido de la vida es aprender a amar: a Dios y a las personas. El
resultado de la resta "vida menos amor" es cero.

2. EL AMOR DURARÁ POR SIEMPRE. Otra razón por la que Dios nos manda
hacer del amor una prioridad es que es eterno: "Ahora, pues,
permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor.
Pero la más excelente de ellas es el amor" 1 Corintios 13:13.

El amor deja un legado. El impacto más perdurable que puedes dejar
en la tierra es el trato que tuviste con las personas, no tu riqueza
o tus logros. Como lo expresó la Madere Teresa: "Lo que importa no
es tanto lo que uno hace sino cuánto amor pone en hacerlo". El amor
es el secreto de un legado duradero.

He tenido que acompañar a muchas personas en sus últimos momentos,
cuando están al borde de la eternidad, y nunca las he escuchado
decir: "¡Traigan mis diplomas! Me gustaría mirarlos una vez más.
Muéstreme mis premios, mi medalla, el reloj de oro que me
regalaron". Cuando nuestra vida sobre esta tierra llega a su fin,
no nos rodeamos de objetos. Queremos estar rodeados de personas:
de seres queridos y con quienes nos relacionamos. Llegados los
últimos momentos, todos nos damos cuenta de que la vida consiste en
relaciones. La sabiduría consiste en aprender esta verdad lo antes
posible. No esperes a estar en tu lecho de muerte para reconocer
que esto era lo más importante.

3. EL AMOR SERÁ LA NORMA PARA EVALUARNOS. Aprender a amar debe ser
el objetivo de la vida ya que será la norma que Dios usará para
evaluarnos en la eternidad. Una de las maneras que Dios utiliza
para medir la madurez espiritual es la calidad de nuestras
relaciones. En el cielo Él no nos pedirá que le contemos sobre
nuestra carrera profesional, nuestra cuenta bancaria y nuestros
pasatiempos, sino que revisará cómo tratamos a otras personas, en
especial a los necesitados, Mateo 25:34-46. Jesús dijo que la
manera de amarlo es amar a su familia y atender sus necesidades
prácticas: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis" Mateo 25:40.

Cuando nos transfieran a la eternidad, dejaremos todo detrás. Lo
único que llevaremos encima será nuestro carácter. Por eso la
Biblia dice: "En Cristo Jesús... lo que vale es la fe que actúa
mediante el amor" Efesios 1:18.

Con esto en mente, te sugiero que cuando te despiertes todas las
mañanas, te arrodilles junto a tu cama o te sientes en el borde de
la cada, y ores: "Dios, haga lo que haga hoy, quiero asegurarme de
dedicar tiempo a amarte y amar a los demás: mi vida consiste en
eso. No quiero desperdiciar este día". ¿Por qué habría Dios de
darte otro día si no lo vas a aprovechar?

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