Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

martes, septiembre 14, 2010

Aprendiendo a cargar paquetes


Se te olvidó papá, enseñarme a llevar paquetes.

¿Cuándo se contó conmigo en casa? ¿Cuándo tuve que recoger a mis
hermanos del colegio?. Ayer mandaste al chofer a hacer mis trámites
que necesitaba para la Universidad. Se te olvidó papá, dejarme pagar
mi colegiatura. ¿Cuándo tuve que lavar el coche los domingos y
arreglar el jardín, recoger las hojas y sacar al perro y bañarlo,
lustrar mis zapatos diariamente? ¿Porqué no me mandaste a comprar
las medicinas a la farmacia o recibir el gas y pagarlo?

En vacaciones, ¿porqué no fui a la fábrica a empacar zapatos?,
¿Porqué no escogía yo mi ropa y la cambiaba si no me gustaba?,
¿Porqué no compré yo solo algo que me gustaba cuando tenía mi propio
dinero, sin que tú me dijeras que comprar?.

Mamá, ¿porqué me dejabas sin ir a comprar leche cuando yo repelaba?.
¡Se te olvidó ser firme y mandarme mamá!. Más fácil era que el
chofer y las sirvientas hicieran bien las cosas y sin riesgos.
¿Porqué no se arriesgaron a dejarme llevar un paquete?.

Se les olvidó enseñarme a ser hombre. Ya a los 18 años se me caen
las manos. A mi también me da vergüenza. Fíjate que en la
Universidad nombraron a Roberto delegado del grupo. Dicen que tiene
responsabilidad. A Juan lo nombraron coordinador de la excursión con
el profesor de historia. Y recibe las cuotas y da los avisos. Y a
Robles lo nombraron capitán y está uniformando a su equipo,
consiguió él mismo el 25% de descuento en los uniformes. Pero Robles
desde chico lava el coche de su casa y arregla el jardín, y Roberto
recoge a sus hermanas aunque llueva o tenga mucha flojera y tenga
que entregar un trabajo y paga el gas y él compra sus zapatos.
También a Pedro, mi amigo que tu conoces, lo hicieron jefe de tareas
y las recoge y pasa los promedios. Y a tu hijo lo dejaron sin
paquete. Dicen que no tengo responsabilidad. Se te olvidó papá
enseñarme desde chico a cargar paquetes y llevarlos aunque llueva, o
tuviera flojera, o me enojara y les dijera que eran injustos. Se te
olvidó contar conmigo. No quisiste arriesgar poco.

No me diste confianza gradualmente. No me fuiste dejando paquetes a
la medida de mis años 5, 9, 12. Y no fue creciendo mi voluntad, se
quedó raquítica con tantos pretextos, al sentirme yo un niño que no
debía hacer nada.

Por favor papá y mamá, enseñen a Arturo mi hermano de 8 años a
llevar paquetes número 8 y a Adriana de 9 sus paquetes de 9. Y no
tendrán que decirles: "Eres un niño y un irresponsable con 18 años
encima". Y llegará el momento en que ellos sepan llevar paquetes
número 25 y 40.

Dicen que son paquetes : la vida, la familia, las relaciones con los
demás, el colegio, el trabajo y la profesión. Y tantos paquetes
tirados en la calle. ¿Cuántos se cayeron de las manos con vergüenza?
No se les olvide papás de entrenar a ser hombre a Arturo y mujer a
Adriana. Y no es tarea fácil, no es sólo asunto de cargar paquetes,
sino saberlos llevar bien, con cuidado, amor y responsabilidad. Para
que no haya tantos paquetes tirados en la calle, porque aun sin
entrenamiento algún día tendrán que cargar sus propios paquetes del
número: 20, 30 ó 50.

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