Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

lunes, marzo 14, 2011

¿estas aburrido (a)?


¿Estás aburrido(a)? ¿Quieres que un flujo de adrenalina te golpee
las células del cerebro y te haga sentir que vives? Si es así, tal
vez quieras probar uno de los deportes extremos que son la locura de
hoy. (En realidad no te estoy recomendando estos deportes, así que
no me culpes si terminas con un montón de huesos rotos): tirarte en
paracaídas desde un puente, un precipicio o una torre de radio;
trepar por paredes de hielo con zapapicos; escalar un precipicio o
saltar de él en un cometa delta; tirarte de un avión y planear en el
cielo; bajar por una empinada cuesta a
130 km/h acostado de espaldas en un monopatín superpotente.

Tengo que admitir que no practico los deportes extremos, aunque he
experimentado la emoción de saltar desde el saliente de una roca a
un frío lago canadiense, de tratar de no caerme mientras practico el
esquí acuático, y de llevar a mi agotado cuerpo al borde del colapso
en un maratón de 25K. Sin embargo, todo eso suena bastante soso
para lo que se practica en la actualidad.

¿Por qué a la gente le gusta experimentar un poco de riesgo de vez
en cuando, incluso si no es en un deporte extremo?
El filósofo William James escribió: "Sólo vivimos cuando nos
arriesgamos constantemente"

Jesús pareció decir que en realidad no vivimos a menos que
arriesguemos nuestras vidas... ¡por Él! Sus palabras fueron: "Si
alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
y sígame, porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 16:24
y25).

En Hebreos 11 leemos acerca de muchas personas que se fueron a
extremos, e incluso murieron, en su devoción por el Señor. Hallaron
una vida plena (Juan 10:10) en una vida de fe, en lo que es vivir
arriesgándolo todo, pero sabiendo que Cristo compensa abundantemente
cualquier sacrificio que hagamos.

Si no estás arriesgando nada por Cristo, en realidad... ¡no estás
viviendo!

"Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de
lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por
la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios,
de modo que lo visible no provino de lo quese ve... Aunque todos
obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos
vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no
llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo
mejor" Hebreos 11:1-40

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