Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

viernes, octubre 19, 2012

Para Pedrito y María con todo cariño



Hoy estoy sentada frente a este computador, pensando en que palabras podrían describir lo que siento cuando pienso en el Pedrito y al mirar este momento me doy cuenta de que hace mucho tiempo que pienso en él.  He pensado en su cara, en sus expresiones, en sus manos, en su voz y no me he podido quitar de la mente al Pedrito. Y cuando pienso en él, tampoco puedo dejar de pensar en la Mariita.  Para mí no hay Pedrito Landázuri sin Mariita Arias.  Mi corazón no acepta que este equipo, que esta pareja puedan separarse y cuando sigo pensando en ellos, la sensación que tengo es de inmensa ternura, de amor profundo.  Se me viene a la memoria una fiesta en Guayllabamba en una casa acogedora en donde todos reíamos, nos mojábamos (porque era carnaval), bailábamos y seguíamos riendo.  Y ahí, el Pedrito y la Mariita con nosotros, aguantándonos, acolitándonos en nuestras locuras.  Y también me acuerdo de una camioneta en donde íbamos en la parte de atrás bajando de Moncayo y  oyendo el silbido que venía de lejos, y en plena bajada veíamos correr al Pedrito y todo el grupo detrás, que con guitarras y mochilas nos hacían señas para que les viéramos.  Y cuando se subían al carro, el Pedrito lo que primero hacía era decirnos: muchas gracias hermanitos!!!

“Muchas gracias”, me repito en la mente, “muchas gracias”… que significa este “muchas gracias”?  Para mí significa una vida, la vida del Pedrito y la Mariita.  Una vida de la cual somos fruto los que estuvimos en el Carmelo y muchos más.  Somos lo que somos por el compromiso y amor de muchas personas entre estas, ustedes dos:

·         Muchas gracias por el cariño con que nos trataron, por la forma como nos acogieron en su casa y en sus vidas: casas y vidas de puertas abiertas para todos los que tenemos un corazón.
·         Gracias, por el ejemplo de amor, de pareja, de familia, de comunidad, que nos inspiran a creer que el amor para toda la vida si es posible.
·         Gracias por las opciones de vida y la radicalidad del amor, por los pobres, por los desprotegidos, por los niños y niñas en la catequesis, por los hombres y mujeres en la lucha por mejorar sus barrios y sus comunidades.
·         Gracias por la posibilidad de ver en sus vidas como la santidad se hace carne: santidad ante el dolor físico, ante la adversidad, ante las enfermedades….. santidad de aceptar el sufrimiento y el dolor y entregarlo al Dios de la vida como ofrenda de amor.
·         Gracias por los dulcecitos, por la palabra presente, por los abrazos, por las miradas…. Por la ternura.
·         Gracias por las oraciones en la capilla en donde la voz profunda del Pedrito no solo resonaba en el ambiente, sino que latía en el corazón, cuando leía “ este rostro señor me vuelve loco” o cantaba “Jesucristo que tienes que ver conmigo”.
·         Gracias por incluirnos en su familia, en donde la mamá del Pedrito nos recibía siempre con amor y cariño, y nos mostraba de donde había sacado el Pedrito su dulzura y en donde la violetita era como sobrina nuestra cuando era pequeñita.
·         Gracias infinitas, por llenarnos el corazón con amor, por inspirarnos a tener esperanza frente a los problemas, por animarnos a creer y tener fe en este Dios de la vida, que desde la juventud nos convocó a la opción por los pobres…. Gracias solo por haber sido quienes son y haber estado en nuestras vidas.

Mariita, el equipo nunca se rompió y nunca se romperá…  está y estará porque el amor lo cree todo, lo espera todo…. Porque el amor no pasará.
Pedrito, sigue aquí y seguirá siempre porque está en cada uno de los que estamos aquí. Si cerramos los ojos en este instante y pensamos en usted, todos nos daremos cuenta de que nuestra vida fue tocada, transformada y hecha por algo que usted puso.  Entonces por qué estar triste, porque lloramos? 

En mi corazón solo hay alegría!!  Porque Jesús lo dijo:
Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. 
Bienaventurados los puros de corazón: porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.


Y ahora yo lo digo también:

Bienaventurado Pedrito, porque fue y es un hombre manso, que amó a los pobres, que tuvo hambre y sed de justicia, misericordioso, puro de corazón, pacificador; y por todo esto tengo la certeza de que está viendo a Dios, de que él le ha llamado su hijo, que está en el Reino de Dios y que está siendo saciado por su amor.

Y Bienaventurados nosotros y nosotras, por ser testigos de todo esto, por haberles tenido al Pedrito y a la Mariita y seguirles teniendo.

Por eso este es un momento de celebración,  porque cuando se agradece por alguien, el corazón solo puede llenarse de alegría.  Honremos la vida de nuestro amigo, no con lágrimas, sino con sonrisas…. Sonrisas que nos motiven a ser un poquito de lo que fue y seguirá siendo nuestro querido Pedrito, Carmelita, por siempre!

María de los Angeles

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