Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

viernes, agosto 19, 2011

El alpinista


Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua
inicio su travesía después de años de preparación, pero quería la
gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde... y más tarde, y no se
preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a
llegar a la cima. Pronto obscureció... la noche cayó con gran
pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente
nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las
estrellas eran cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a sólo 100 metros de la cima, se resbaló
y se desplomó por los aires... caía auna velocidad vertiginosa, solo
podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma
oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su
mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, él
pensaba que iba a morir, pero... de repente sintió un tirón muy
fuerte que casi lo parte en dos... ¡SÍ!... Como todo alpinista
experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una
larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo
más que gritar:
- "AYUDAME, DIOS MIO"... "AYUDAME DIOS MIO"...!!
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contesto:
- "¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?"
- "Sálvame, Dios mío"
- "¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDA SALVAR?
- "Por supuesto, Dios mío"
- "ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE".

Hubo un momento de gran silencio y quietud. El hombre se aferró aun
más a la cuerda y se quedó totalmente quieto. Cuenta el equipo de
rescate que al otro día encontró colgado a un montañista que había
muerto congelado, agarrado con mucha fuerza a una cuerda... A SÓLO
DOS METROS DEL SUELO!!!.

El alpinista clamó a Dios por ayuda en ese momento de necesidad, y
el Señor le contestó!!!, pero él no tuvo una fe lo suficientemente
grande y fuerte como para confiar ciegamente en el Señor y Sus
palabras. ¿Qué tan grande y fuerte es tu fe en el Señor?

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