Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo

viernes, agosto 20, 2010

SER UN "GRAN HOMBRE"


Un día, mi hermana lloraba en su habitación.  Con mucha nostalgia,
observé que mi padre se le acercó y le preguntó el motivo de su
tristeza.  Los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan
especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, la
recuerdo cada mañana y me llena de fuerza.

Mi padre acariciándole el rostro, le dijo:  "Hija mía, enamórate de
un Gran Hombre y no volverás a llorar..."

¡Me pregunté tantas veces, cuál era la formula exacta para llegar a
ser ese Gran Hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces...! 
Conforme pasaron los años, aprendí que si tan sólo todos los hombres
lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de
corazón, el mundo sería completamente distinto.  Aprendí que un Gran
Hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues somos muchos
los que hemos comprado hasta el cariño y el respeto de quienes nos
rodean.

Mi padre le decía:  no busques a un hombre que sólo hable de sí
mismo, sin preocuparse por ti.  Ni a aquel que se pase las horas
halagando sus propios logros.  No te aferres a un hombre que te
critique y te diga lo mal que te ves, o lo mucho que deberías
cambiar.  ¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará por un
cabello más claro, por unos ojos de otro color, o por un cuerpo más
esbelto, si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti?

¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas,
haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e
integridad?  Me costó trabajo comprender que un Gran Hombre no es el
que llega más alto, ni el que tiene más dinero, ni quien vive
rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo.  Un verdadero y
Gran Hombre es aquel ser humano  lleno de transparencia, que no
oculta sus verdaderos sentimientos, ni se refugia en vicios y
cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la
realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y
grandeza interior.  Un Gran Hombre, es que el camina de frente, sin
bajar la mirada, es aquel que no miente y sabe llorar su dolor.

Hoy mi hermana está felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien
se casó, no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más
solicitado, ni mucho menos el más adinerado.  Ese Gran Hombre es
quien simplemente nunca la hizo llorar, es quien la hace sonreír por
lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada
alegría que comparten y por esos tres hijos que llenan sus vidas.

Ese Gran Hombre, ama tanto a mi hermana, que no se cansa de besar
sus manos y mucho menos sus labios.  La quiere por quien ella es y
por  lo que son cuando están juntos...  ¡Aprendamos a ser uno de
esos grandes hombres, para que vivamos el paso de los años de la
mano de una Gran Mujer y nada ni nadie nos pueda vencer!


"Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu
corazón mis mandamientos.  Porque prolongarán tu vida muchos años y
te traerán prosperidad.  Que nunca te abandonen el amor y la
verdad:  llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el
libro de tu corazón.  Contarás con el favor de Dios y tendrás buena
fama entre al gente.  Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu
propia inteligencia.  Reconócelo en todos tus caminos, y Él allanará
tus sendas.  No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al
Señor y hude del mal.  Esto infundirá salud a tu cuerpo y
fortalecerá tu ser.  Honra al Señor con tus riquezas y con los
primeros frutos de tus cosechas.  Así tus graneros se llenarán a
reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.  Hijo mío, no
desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus
reprensiones.  Porque el Señor disciplina a los que ama, como
corrige un padre a su hijo querido.  Dichoso el que halla sabiduría,
el que adquiere inteligencia.  Porque ella es de más provecho que la
plata y rinde más ganancias que el oro" Proverbios 3:1-14.

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