Jovenes por siempre, Carmelitas de Corazón, Creciendo juntos. Ecuador en la Mitad del Mundo
POR UN AMIGO QUE SE VA
Hemos
estado siguiendo día a día las noticias referentes al estado de salud
de nuestro querido Padre Jesús. Es muy grande la pena, el dolor y la
impotencia que tenemos al saber que no podemos hacer nada por la
condición de nuestro queridísimo amigo a quien llegamos a tener tanto
afecto, con quien compartimos momentos de tanta felicidad, alegría y paz
espiritual. Se nos hace tan difícil entender que una persona tan buena y
de excepcionales cualidades personales y sacerdotales pueda ser llevada
de este mundo.
Él no se va a ir porque siempre permanecerá en nuestras
mentes, en nuestros recuerdos de esos días que pasamos en Sucumbíos. Nos
consideramos muy afortunados de haberle conocido, de haberle tenido en
nuestro hogar metido en nuestra cocina y
preparando su famosa tortilla española, de haber tratado de moderar mis
ímpetus de "tigre" que se volvía tierno al hablar en público. Imposible
olvidar nuestro viaje a La Bonita para verlo compartir con la gente del
pueblo que tanto le amaba, e imposible olvidar esas homilías pensadas
de una manera tan sistemática y pronunciadas con tanta dulzura y
concreción, ajustando las enseñanzas del evangelio a la realidad que
debemos vivir los cristianos en este mundo de hoy, en el que hay tantos
que le queríamos de verdad y le admirábamos, aunque también hay los
sepulcros blaqueados y fariseos, gente mezquina que no supo reconocer en
él las virtudes que le sobraban para ser la cabeza de la Iglesia en
Sucumbíos.
No lo vamos a olvidar nunca, porque es el hermano que se nos
adelanta, el misionero que se entregó y dio todo por los pobres, el
verdadero sacerdote seguidor de Cristo y su palabra. Si vamos a llorar
por su ausencia aunque nos imaginemos que nos reprocharia con esa
sonrisa tan franca y abierta y diría que los tigres no lloran. Fuerte
abrazo.
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